domingo, 22 de septiembre de 2013

EL TREN DE LA MAÑANA LLEGA Y PARTE AL MISMO TIEMPO


Coger la biznaga por el tallo, lamer la salvia divina justo a tiempo porque el verso es un vagón de tren que parte presto.
El silbato del maquinista se escurre entre los dedos- templanza del grano de arena deslizante en el reloj oblicuo-.
De todo lo difícil elijo el verso, lo imposible de asir, lo lastimero- pentagrama de papel, impensable sostener la melodía-.