sábado, 21 de septiembre de 2013

DANZAD, DANZAD, MALDITOS. (A partir del film homónimo de Sydney Pollack).


Hay campos de amapola
convertidos hoy en crisantemos. Hay
una llave que otea el horizonte
sin hallar posibles cerraduras.
(Mariposas de alas cercenadas
como clítoris roto).
Hay cruces de alabastro
y en el lugar del vino y de las rosas
hay hedor de rosas putrefactas.
Me asomo al cementerio de mis días:
ha muerto el ser humano.
Nadie llama a la puerta carcomida.
La sombra del ciprés en su vaivén,
se jacta de los días
azules del pasado
ya sin panes ni peces.
¡Danzad, danzad, malditos!
sobre lodo y agua destilada
libre ya del clamor de las termitas.